En un entorno financiero donde la regulación y la estabilidad son clave, la clasificación de riesgo se ha convertido en una herramienta fundamental para las Cooperativas de Ahorro y Crédito (Coopac). Este indicador no solo valida la fortaleza financiera de estas instituciones, sino que también actúa como un puente de transparencia hacia socios, comunidad, directivos, colaboradores y fondeadores.
Para las Coopac que buscan posicionarse como instituciones sólidas y confiables, adoptar proceso de clasificación de riesgos se convierte en un paso estratégico hacia la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo
La Importancia de la Clasificación de Riesgo
El proceso de Clasificación de Riesgo aporta múltiples beneficios al sector cooperativo, entre los que destacan:
- Permite demostrar la capacidad de una Coopac para cumplir con sus obligaciones financieras, fortaleciendo la relación con sus socios y fondeadores.
- Refleja una gestión más eficiente y un menor riesgo, impulsando a las cooperativas a adoptar prácticas financieras más sólidas.
- Una clasificación favorable facilita el acceso a mejores condiciones de crédito, abriendo la puerta a nuevos mercados financieros y capitales.
- Garantiza una gestión confiable y transparente ante todos sus stakeholders, principalmente ante los socios, reguladores, proveedores, directivos y otros actores clave.
En el caso de Coopac San Miguel, su reciente clasificación de fortaleza financiera de “C Estable” otorgada por JCR LATAM en el 2024 reafirma su estabilidad, solvencia y compromiso con el cumplimiento normativo. Este logro no solo fortalece su imagen en el mercado, sino que también refuerza la confianza entre sus socios y stakeholders.
La evolución del Sector Cooperativo y los desafíos regulatorios
Desde la implementación de la regulación por parte de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) en 2019, el sector cooperativo ha experimentado importantes cambios. En aquel entonces, existían 434 Coopac inscritas, cifra que hoy se ha reducido a 256, debido a factores como: la inactividad prolongada, pérdidas patrimoniales y problemas de gobernanza.
La Ley 30822 establece que todas las Coopac de Nivel 3 (más de 65,000 UIT en activos) obtengan una clasificación de riesgo al cierre de cada ejercicio anual. Sin embargo, a la fecha, solo 11 de las 247 Coopac no obligadas han optado por obtener una clasificación voluntaria. Esto evidencia una brecha significativa en la adopción de prácticas de transparencia dentro del sector cooperativo.
Un nuevo escenario para las Coopac
A partir de enero de 2025, el sector cooperativo experimentará un nuevo marco regulatorio en cuanto a reglamento y transparencia, con la implementación del Fondo de Seguro de Depósito Cooperativo. Este mecanismo ofrecerá una cobertura financiera que variará según el nivel de la Coopac:
- Hasta 5,000 soles para socios de Coopac de Niveles 1 y 2.
- Hasta 10,000 soles para socios de Coopac de Nivel 3.
Para acceder a estos beneficios, las cooperativas deberán cumplir estrictamente con la actualización de sus estados financieros y los aportes al fondo.
Ante este panorama, es fundamental que más Coopac adopte ejercicios de clasificación de riesgo para evidenciar una gestión profesional y confiable.
Recomendaciones para el sector cooperativo
Para fortalecer la transparencia y la confianza en el sistema financiero cooperativo conjunto, es fundamental:
- Las Coopac, tanto obligadas como no obligadas, deben ser incentivadas a adoptar este proceso ya sea a través de convenios gremiales, reguladores o esquemas de subvención, permitirá fortalecer el sector cooperativo.
- Los directivos y colaboradores deben recibir formación en gestión financiera para enfrentar los retos regulatorios.
- Colaborar con instituciones reguladoras y agencias de calificación puede facilitar el acceso a evaluaciones de riesgo de calidad.
La transparencia y la gestión eficiente no solo benefician a las cooperativas individuales, sino que también refuerzan la confianza en el sistema financiero cooperativo en su totalidad, asegurando su sostenibilidad en el tiempo.
Conclusión:
La Clasificación de Riesgo es más que un requisito normativo; es un motor que impulsa la confianza, la transparencia y el crecimiento sostenido del sector cooperativo. Coopac San Miguel ya ha dado un paso adelante, posicionándose como un referente en el mercado.
Al adoptar prácticas de gestión más profesionales y transparentes, Coopac San Miguel, no solo asegura su sostenibilidad, sino que también refuerza la credibilidad del sistema financiero cooperativo en su conjunto.
Nuestro Gerente General Humberto Quiroz, resalta la importancia de pasar por esta evaluación con un proveedor tan importante como JCR Latam «La clasificación de riesgo es una herramienta clave para fortalecer la confianza en el sector cooperativo. Nos permite demostrar nuestra solidez y compromiso con la transparencia, asegurando un futuro sostenible para nuestras cooperativas y nuestros socios.»